¿Existen personas adictas a la comida? ¿Es la alimentación el origen del problema o simplemente un síntoma? ¿Por qué hay personas que no pueden dejar de comer de forma compulsiva?

Los episodios de alimentación compulsiva, incluyendo el diagnóstico de Trastorno por Atracón, tienen múltiples causas. Más allá de la aparente falta de control, los atracones revelan una complejidad significativa, donde se entrelazan una mala gestión emocional, creencias culturales arraigadas y el impacto de alimentos ultraprocesados, para los cuales nuestro cerebro no está diseñado.

Los atracones de comida cumplen un propósito en la vida de la persona, generalmente relacionado con la autorregulación. Por tanto, es esencial investigar cada aspecto que podría estar manteniendo esta relación problemática con la comida.

Contrario a la creencia común, las personas afectadas por el Trastorno por Atracón no carecen de autocontrol. En realidad, es bastante común que quienes experimentan este trastorno sean personas perfeccionistas, exigentes y dedicadas al trabajo. Estos rasgos rígidos los hacen más propensos a recurrir a los atracones como una forma de escape.

Aunque es posible trabajar en la disciplina y el autocontrol para cambiar hábitos, los episodios de atracones son incontrolables debido a que cumplen la función de herramienta emocional. Para superarlos, se necesita un enfoque diferente que aborde todas estas causas subyacentes, incluyendo aspectos emocionales, culturales y comportamentales. El primer y más importante paso a la hora de superar este problema empezaría con una pregunta fundamental: ¿Qué función cumplen los atracones en tu vida?